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Gerardo Torres
09.06.20

El siguiente texto fue escrito por Gerardo Torres en su blog, “Memorias de un Setentón”:

Showboat no era la pieza de teatro musical americano. Era un club de transformistas, así le llamaban en aquella época, en la avenida Fernández Juncos, cerca de la parada 24 en Santurce. En aquel entonces había dos clubes de transformistas en el área metropolitana de San Juan: El Showboat y El Cotorrito

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Eran los principios de los años sesenta y lo particular de ese cabaret consistía en que desde los que servían hasta lo que cantaban eran transformistas. Eric, La Ronda, Richie y otros que hoy no recuerdo son los nombres de aquellos jóvenes que cantaban o bailaban o servían tragos. Algunos eran compañeros míos en la universidad: estudiantes de ciencias, pedagogía, humanidades. Otros eran maestros, y otros sólo trabajan como transformistas. Todos, jóvenes serios y responsables en sus trabajo, y en El Showboat trabajaban al margen de lo aceptado por la sociedad pequeño burguesa conservadora de la isla.

“Hola, hola, no vengas sola”: cantaban los transformistas al empezar el show. “Hola, hola, hola ven con tu amor. Hola, hola, hola mi nombre es…”, y continuaban hasta que cada uno decía su nombre de pila, para terminar con un “Hola, hola, hola soy maricón”; y si mal no recuerdo, el público hacía coro con este final. Años luz antes del Stonewall, en la isla del encanto había hombres y mujeres que se atrevían a reconocer su diferencia, con penas, risas señalar su yo más sexual; y en privado, protegidos por el bar, cantarle al yo comú centrado, el que no nos pueden quitar, ni negar. Ese yo que está ahí como todas las identidades sexuales: puro. Bueno, a veces, puro.

La vida gay nocturna de principios de los años sesenta fue desapareciendo para ser reemplazada por una más parecida a la de cualquier otra ciudad discotequera. El Showboat, Cotorrito, Búho (así le llamábamos algunos al Owl, el hermoso bar en el viejo San Juan), Sand and the Sea, Hill Top, Tamanaco, La Cucaracha les dejaron el espacio nocturno al Abbey, Julianas, Bachelors, Bocaccio: discotecas mixtas todas, las cuales junto a los grandes hoteles homogenizaban a San Juan, el abandono de Santurce estaba comenzando, La Marina se convirtió en SoFa, la chicquería nuevo rica homogenizó a la antigua ciudad, desplazó las clases obreras que la habitaban, y tres amigos en busca de nuevos nortes al norte nos fuimos.